El aire debe circular
Tu oficina en casa no debe estar cerca de la estufa, el refrigerador o cualquier otro electrodoméstico que produzca calor y te haga sentir incómodo. Si ya elegiste una ventana para la iluminación, encárgate de que también sea útil para mantener una corriente constante que evite el almacenamiento de olores y permita que el aire se renueve todo el tiempo. La circulación del aire es necesaria para la oxigenación de cualquier lugar y resulta especialmente útil para frenar el exceso de polvo, humedad y la proliferación de bacterias. Además, una buena calidad del aire te ayudará a mantener la concentración por más tiempo.
Lleva contigo tus plantas
Además de la ventilación, las plantas funcionan como fábricas de oxígeno que eliminan la concentración de gases nocivos en el ambiente y añaden un toque verde muy necesario a cualquier oficina en casa. Acerca tu maceta favorita a tu zona de home office, coloca ese terrario de suculentas en la misma ventana que te da luz o tus plantas de interior sobre tu nuevo escritorio. Un par de plantas pueden ayudar a convertir un espacio de trabajo en un sitio acogedor en contacto con la naturaleza.
La silla y el escritorio son básicos: invierte en ellos
Pasar un rato trabajando en el sillón con tu computadora en las piernas puede ser distinto y cómodo, pero de ninguna manera será el mejor lugar para tu oficina en casa. Si en algo debes invertir tiempo y dinero, es en la elección correcta de tu silla y escritorio.
Elige una silla ergonómica, de preferencia con brazos y ajuste de altura. Si trabajas en una mesa cualquiera, cerciórate de que el monitor esté exactamente debajo de tu línea de visión cuando miras al frente, de que tu espalda esté recta y tanto codos como manos se ubiquen a la altura del teclado para no doblar tus muñecas mientras trabajas.
Ten a la mano libros y material de trabajo
Si tu trabajo requiere que consultes libros, planos, estés cerca de un restirador o necesites tomar algún objeto cercano al mismo tiempo que estás frente a la computadora, encárgate de que el espacio es lo suficientemente amplio como para tenerlos al alcance de la mano. Mientras diseñas tu espacio de home office, piensa en tu proceso de trabajo y coloca tus demás instrumentos a menos de un metro de distancia de ti. Si elegiste una silla con ruedas, esta tarea será aún más sencilla.

Sin distracciones
Puede que los primeros días concentrarte tal y como lo haces de forma cotidiana en la oficina sea todo un reto, en especial si no acostumbras trabajar desde casa. Usa el diseño a tu favor y evita establecer tu oficina en casa en un lugar donde la televisión quede frente a ti.
Trata de que tu escritorio se encuentre lejos de tu cama o sillón, pues la tentación de tomar un breve descanso puede traicionarte. Además, si puedes evitar el ruido de los vecinos y de las personas con quienes compartes el hogar, tendrás asegurados largos periodos sin distracciones y serás más eficiente.
Fuente: Architectural Digest